miércoles, 23 de julio de 2008

W.B. Yeats

ALLÁ EN LOS JARDINES DE SALLEY (DOWN BY THE SALLEY GARDENS)

Down by the salley gardens my love and I did meet;
She passed the salley gardens with little snow-white feet.
She bid me take love easy, as the leaves grow on the tree;
But I, being young and foolish, with her would not agree.

Allá en los jardines de Salley mi amor y yo nos encontramos;
Pasó por los jardines de Salley con pies pequeños, blancos como nieve.
Me dijo que me tomase el amor con naturalidad, como las hojas que crecen en el árbol;
Pero yo, siendo joven y tonto, no estuve de acuerdo con ella.

In a field by the river my love and I did stand,
And on my leaning shoulder she laid her snow-white hand.
She bid me take life easy, as the grass grows on the weirs;
But I was young and foolish, and now am full of tears.

En un prado junto al río mi amor y yo nos encontrábamos,
Y en mi hombro inclinado ella apoyó su mano, blanca como nieve.
Me dijo que me tomase la vida con naturalidad, como la yerba crece en las presas;
Pero yo era joven y tonto, y ahora estoy lleno de lágrimas.

EL AMANTE HABLA DE LA ROSA EN SU CORAZÓN (THE LOVER TELLS OF THE ROSE IN HIS HEART)

All things uncomely and broken, all things worn out and old,
The cry of a child by the roadway, the creak of a lumbering cart,
The heavy steps of the ploughman, splashing the wintry mould,
Are wronging your image that blossoms a rose in the deeps of my heart.

Todas las cosas feas y rotas, todas las cosas gastadas y viejas,
El llanto de un niño junto al camino, el crujido de una carreta cargada,
Los pasos pesados del arador sobre el moho del invierno,
Están dañando tu imagen que hace brotar una rosa en el fondo de mi corazón.

The wrong of unshapely things is a wrong too great to be told;
I hunger to build them anew and sit on a green knoll apart,
With the earth and the sky and the water, re-made, like a casket of gold
For my dreams of your image that blossoms a rose in the deeps of my heart.

El mal de las cosas informes es un mal demasiado grande para ser dicho;
Añoro crearlas de nuevo y sentarme lejos en una verde loma,
Con la tierra y el cielo y el agua, vueltos a hacer, como un cofrecillo de oro
Para mis sueños de tu imagen que hace brotar una rosa en el fondo de mi corazón.

ÉL DESEA LAS TELAS DEL CIELO (HE WISHES FOR THE CLOTH OF HEAVEN)

Had I the heavens' embroidered cloths,
Enwrought with golden and silver light,
The blue and the dim and the dark cloths
Of night and light and the half-light,
I would spread the cloths under your feet:
But I, being poor, have only my dreams;
I have spread my dreams under your feet;
Tread softly because you tread on my dreams.

Si tuviese yo las telas bordadas del cielo,
Recamadas con luz dorada y plateada,
Las telas azules y las tenues y las oscuras
De la noche y la luz y la media luz,
Extendería las telas bajo tus pies:
Pero, siendo pobre, sólo tengo mis sueños;
He extendido mis sueños bajo tus pies;
Pisa suavemente, pues pisas mis sueños.

LOS HOMBRES MEJORAN CON LOS AÑOS (MEN IMPROVE WITH THE YEARS)

I am worn out with dreams;
A weather-worn, marble triton
Among the streams;
And all day long I look
Upon this lady's beauty
As though I had found in a book
A pictured beauty,
Pleased to have filled the eyes
Or the discerning ears,
Delighted to be but wise,
For men improve with the years;
And yet, and yet,
Is this my dream, or the truth?
O would that we had met
When I had my burning youth!
But I grow old among dreams,
A weather-worn, marble triton
Among the streams.

Estoy cansado de sueños;
Un tritón de mármol, gastado por el clima
En los riachuelos;
Y durante todo el día observo
La belleza de esta dama
Como si hubiese hallado en un libro
Una belleza imaginada,
Satisfecho de tener repletos mis ojos
O mis oídos que perciben,
Encantado de no ser más que sabio,
Pues los hombres mejoran con los años;
Pero aún así, aún así,
¿Es ese mi sueño, o la verdad?
Oh, ¡cómo quisiera que nos hubiésemos conocido
Cuando yo tenía mi ardiente juventud!
Pero envejezco entre sueños,
Un tritón de mármol, gastado por el clima
En los riachuelos.

LA CANCIÓN DE ÆNGUS ERRANTE (THE SONG OF WANDERING ÆNGUS)

I went out to the hazel wood,
Because a fire was in my head,
And cut and peeled a hazel wand,
And hooked a berry to the thread;
And when white moths were on the wing,
And moth-like stars were flickering out,
I dropped the berry in the stream
And caught a little silver trout.

Salí al bosque de avellanos,
Porque tenía un incendio en mi cabeza,
Y corté y pelé una rama de avellano,
Y enganché una baya al hilo;
Y mientras volaban las polillas blancas,
Y estrellas como polillas titilaban,
Eché la baya en el arroyo
Y atrapé una pequeña trucha dorada.

When I had laid it on the floor
I went to blow the fire aflame,
But something rustled on the floor,
And some one called me by my name:
It had become a glimmering girl
With apple blossom in her hair
Who called me by my name and ran
And faded through the brightening air.

Cuando la hube dejado en el suelo
Fui a encender el fuego,
Pero algo susurró en el suelo,
Y alguien me llamó por mi nombre:
Se había convertido en una muchacha de tenue brillo
Con flores de manzano en su cabello
Que me llamó por mi nombre y corrió
Y se desvaneció entre el aire que aclaraba.

Though I am old with wandering
Through hollow lands and hilly lands,
I will find out where she has gone,
And kiss her lips and take her hands;
And walk among long dappled grass,
And pluck till time and times are done
The silver apples of the moon,
The golden apples of the sun.

Aunque ya estoy viejo de vagar
Por tierras bajas y tierras montañosas,
Descubriré dónde se ha ido,
Y besaré sus labios y tomaré sus manos;
Y caminaré por la larga yerba de colores,
Y cogeré hasta el fin de los tiempos
Las plateadas manzanas de la luna,
Las doradas manzanas del sol.


Alfonsina Storni

La caricia perdida

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Voy a dormir

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.
(24 de octubre de 1938)


¡Adiós!
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás,
se quiebran los vasos y el vidrio que queda
¡es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
Las flores tronchadas por el viento impío
¡se agotan por siempre, por siempre jamás!

Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán.
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
—de llagas infectas—¡cúbrete de mal!
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...


Dos palabras

Esta noche al oído me has dicho dos palabras
comunes. Dos palabras cansadas
de ser dichas. Palabras
que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces, que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo—¡oh, qué bella, la vida!—
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo imitando tijeras.

Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.

Presentimiento
Tengo el presentimiento que he de vivir muy poco.
Esta cabeza mía se parece al crisol,
purifica y consume,
pero sin una queja, sin asomo de horror.
Para acabarme quiero que una tarde sin nubes,
bajo el límpido sol
nazca de un gran jazmín una víbora blanca
que dulce, dulcemente, me pique el corazón.


Yo en el fondo del mar

En el fondo del mar
hay una casa
de cristal.
A una avenida
de madréporas
da.
Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.
Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.
Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.
Un pulpo
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas del mar.


Una vez más el mar

Piel azul que recubres las espaldas del mundo,
y atas pies con cabeza de la endiablada esfera;
huidiza y multiforme culebra mudadera,
puñal alguno puede clavársete profundo.
Esponja borradora tu fofa carne helada,
la proa que te corta no logra escribir paso,
ni a hierro marca el pozo, cuando horada tu vaso,
el redondel de fuego de la estrella incendiada.
A tu influjo terrible, mi más terrible vida
llovió sobre tus brazos su lluvia estremecida;
te lloró en pleno rostro sus lágrimas y quejas.
Si te quemó las olas no abrió huella el torrente:
fofa carne esmeralda, te alisaste la frente,
destrenzaste al olvido tus azules guedejas.


El tímido amante


El tímido amante

que a mi lado llega

me mira a los ojos

suspira y se queja.


- ¿Por qué otros amores

tuviste otra vez,

besaste otra boca,

ceñiste otra sien?

Al tímido amante

le replico así:

- Te andaba buscando,

creía morir.

Posaba en cisternas

cuando cae el sol.

Bebía y volaba,

más vivo el ardor.

Palpando las almas

mi alma se afinó

En el desencanto

concebí tu amor.

Y el tímido amante

responde a mi hablar:

- Quien amar no sabe

es quien ama más.

Repudio tu boca

que se aleccionó,

el amor no elige

y es contra razón.

Luego, sus palabras

para confirmar,

me besa en la boca

y suelta a llorar.



miércoles, 16 de julio de 2008

Los colores son las heridas de las luz ( willian Blake)


...La belleza se complace en evitar el resplandor deslumbrante.Prefiere los lugares abandonados, porque solo allí encontrará la clase de luz que repite su forma, su dignidad y su naturaleza...

Ezra Pound

el destino no nos quita cosas, nos libera de ellas

"Sin saberlo, nuestras memorias secretas lloraban su ausencia mutua...Mientras nuestros seres de arcilla deambulaban durante miles de años por el universo,
el anhelo del otro nunca decayo..."


John O' Donohue ( Anam Cara)


"
Pero un hombre amo tu alma peregrina
y amo los pesares de tu rostro cambiante"

Yeats


"Los amores seran siempre amables...
Futuros amantes se amaran, quizas sin saberlo,
con el amor que un día deje para ti"